¡Muy buenas a todos! Hoy quiero responderos a una pregunta que todo alumno de canto termina haciéndose en uno u otro momento de su carrera: «¿Qué puedo hacer para cuidar mi instrumento y que me dure lo máximo posible?».
Antes que nada, para que comprendais la importancia de esto, me gustaría compartir con vosotros una pequeña historia personal. Una vez, teniendo no más de 16 años, asistí al concierto de una de mis bandas locales favoritas por aquel entonces. Resultó que el grupo estaba a punto de disolverse y habían tenido el detalle de dar un último concierto de despedida para sus fans. A pesar de que, debido a la venta de alcohol, no estaba permitida la entrada a menores en aquella sala, me las ingenié para conseguir una entrada y estar en primera fila para el día del concierto. Pero no estoy aquí para contaros mis batallitas así que iré al grano. En mitad del concierto escuchamos lo que pareció un golpe grave y estruendoso procedente de uno de los amplificadores. Todos nos sobresaltamos y de repente la banda dejó de tocar. Pronto descubrimos lo que había pasado; una de las cuerdas del bajo había saltado en pedazos. Un encargado de la sala subió al escenario, les dio una cuerda de repuesto y en cuanto estuvo de nuevo puesta y afinada, el concierto continuó con normalidad.
Aquí acaba mi pequeña historia, pero ahora me gustaría haceros una pregunta: ¿Qué hubiese pasado si en vez de estropearse el instrumento del bajista hubiese sido el del cantante? ¿Habrían podido continuar con el concierto como si nada al cabo de algunos minutos? Y es que, a todo estudiante de canto le llega el duro momento de darse cuenta de que en las tiendas de música no venden recambios de cuerdas vocales.
Pero volviendo a la pregunta que nos hacíamos al principio: «¿Qué puedo hacer para cuidar mi instrumento y que me dure lo máximo posible?» Aquí tienes la respuesta:
La mayoría de los males más comunes que afectan a nuestra voz están relacionados con uno o varios de estos tres factores. Por supuesto, una mala técnica vocal también podría considerarse una causa de riesgo, pero quiero pensar que os habréis puesto en manos de un profesional de la voz capaz de evitarlo.
Espero que os haya resultado útil este artículo y que continuéis atentos a futuras entradas. ¡Un saludo y hasta pronto!
Manuel Edin
1 Comment
Uffff, muy buena infoo!!!!!