¡Muy buenas a todos! Hoy quiero daros mi punto de vista sobre por qué algunas personas parecen haber nacido para cantar mientras que otras necesitan años y años de duro entrenamiento para alcanzar los mismos resultados. ¿Qué diferencia a una personas de otras? O, como seguro estaréis pensando algunos… ¿Por qué la vida es tan injusta? Vamos a intentar darle respuesta a estas preguntas.
Para entender esta cuestión lo primero que tenemos que conocer es un concepto denominado: «aprendizaje vicario». El aprendizaje vicario u observacional está basado en una situación dada formada por dos sujetos; el sujeto A que demuestra una habilidad determinada y el sujeto B que realiza la observación de dicha habilidad; esta observación determina el aprendizaje, a diferencia del aprendizaje por conocimiento al que todos estamos acostumbrados. Desde niños aprendemos de observar a otras personas y ésta es la base del aprendizaje vicario, observar a otros e imitarlos. Sin embargo, no todas las personas son capaces de observar y reproducir con la misma eficacia.
La gran mayoría de las personas que consideramos «cantantes natos» o esas otras que saben cantar y se enorgullecen de no haber recibido ni una sola clase de canto en sus vidas, son personas que cumplen dos requisitos; El primero es que poseen una gran habilidad para la observación y la imitación, los dos pilares fundamentales del aprendizaje vicario. Y el segundo es que, normalmente influenciados por familiares cercanos o amigos, han tenido la suerte de observar a los artistas adecuados, es decir, cantantes con una buena técnica vocal de los cuales han podido nutrirse de sus virtudes y conocimientos en lugar de vicios y defectos, como a muchos otros les ha ocurrido.
Y esto ha sido todo por este mes. Espero que os haya resultado útil este artículo y que continuéis atentos a futuras entradas. ¡Un abrazo y hasta pronto!
Manuel Edin